jueves, 29 de marzo de 2012

Entrega de Premio

Hemos entregado el premio del concurso de relatos el 24 de marzo, coincidiendo con nuestra semana cultural. Nuestra ganadora fue, como recordaréis,  Diana García Feito, de 3º de ESO, que había participado con el poema "Duele". Os dejamos una fotografía...

viernes, 10 de febrero de 2012

viernes, 27 de enero de 2012

Duele

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/june/03.asp


Duele recordar, pero es imposible no hacerlo.

Duele aceptarlo, pero es necesario.

Duele nombrarlo, porque abre las viejas heridas.

Duele, pero ya no tanto.

Duele, pero no lo olvidarás jamás.

Duele, por la indiferencia que muestra la gente.

Duele, porque nadie les avisó.

Duele, porque ellos no se lo merecían.

Duele aunque ya haya pasado.

Duelen las historias, las fotos y los vídeos.

Duele, porque son cosas que marcan.

Duele, cada letra.

Duele... porque es dolor.

Diana García Feito

Era un gheto

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/august/11.asp


Había mujeres, hombres y niños

Oscuridad y mucho frío,

Y todos judíos.



No había comida,

Tampoco bebida,

Pero si peleas,

Para ver quien comía.



Los niños lloraban,

Las mujeres sufrían,

Y mientras tanto,

Mucha gente se moría.



Se acercaban a las vallas,

Gritaban y susurraban,

Para ver si un golpe de suerte,

Los salvaba.



Y al final de todo,

Mucha gente se iba,

Al fin descansaban,

De aquella injusticia.



Rocío Boyano

Un recuerdo les queda...

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/september/13.asp
Obligarme a acostarme,
sobre un tronco de madera.

Recibir un disparo,
Y agregar otra hilera.

Tras acabar con todos,
Quemarnos en la hoguera.

Pero a pesar de todo,
Un recuerdo les queda.

Noelia Fernández Méndez  4º E.S.O

Diario

http://www1.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/01/non_jews_persecution_gallery.asp

- Al fin llegamos, después de 3 días de viaje sin comer nada… espero que en el campamento me den de cenar, una suculenta cena, como la que solía hacer mamá.. -
~ Miércoles ~ 21:30 pm. ~

- Me han puesto una camisa horrible, debe de ser la moda aquí dentro, todas llevan una … -
~ Miércoles ~ 23:00 pm. ~

- Bueno, parece que ya no nos darán de cenar, debe de ser tarde y la cocinera se habrá ido a casa, esperaré hasta el desayuno. –
~ Miércoles ~ 23:59 pm ~

- Me esperaba algo mejor, solo me han dado un pequeño mendrugo de pan y un insípido café… aún tengo hambre… al menos, esta tarde nos llevan de excursión a una de las chimeneas del albergue, allí deben de hacer el pan que nos dan por las mañanas, por eso sale tanto humo, espero que me dejen comer algo. ¡Me muero de hambre! –

~ Jueves ~ 7:00 am ~


-    Jo, estoy triste, me han cortado el pelo, ya no parezco yo, ahora somos todas iguales, misma ropa, mismo ‘’peinado’’… pero bueno, papá me dijo que solo estaría aquí durante el verano, solo tengo que aguantar un poco. –

~ Jueves ~ 11:00 am ~

-    ¡Nos vamos de excursión! Menos mal, que ganas tenía, me hartaré de pan y le traeré un poco a una de las mujeres de mi barracón, que se ha portado muy bien conmigo, dejándome dormir en su cama. La verdad, no entiendo como en un albergue tan grande hay tan pocas camas. –

~ Jueves ~ 14:00 am ~

-    Bueno, me voy, cuando vuelva de la excursión seguiré escribiendo, seguro que todo sale genial, tengo muchísimas ganas.
Lo que no me gusta es que nos lleven a todas las niñas juntas, tocaremos a menos comida. –

~ Jueves ~ 15:15 am ~ Último Testimonio.

Abel Pérez Pazos 4º ESO

Por ser diferente

http://www1.yadvashem.org/yv/ru/holocaust/about/chapter_1/images/introduction/05.jpg


Se le dijo que la soledad era como...
 Espacios entre las estrellas.
 Bueno... es vacío entre estos.

 Me dijeron que un hombre muerto era más pesado
 que un corazón roto.
 ¿Estoy muerta?
 Mi corazón se siente pesado.

 Y yo trato de no sentir...
 Sí, trato de no sentir,
 tan difícil de creer.
 matar, por ser diferente...

 Me dijeron que con el tiempo lo olvidaría.
 Bueno, yo aun puedo escuchar sus pasos,
 corriendo junto a mí...

 Me dijeron que nada le pasaría que no
 había que temer.

 Y yo trato de no sentir.
 ¡Dios!
 yo trato de no sentir ...pero
 sus recuerdos pesan aun sobre mi
 Es tan difícil de creer.
 Pero al fin y al cabo es cierto, se fue...

 Quien disparó la bala no solo lo hizo a través de él.
 Si no que, también , lo hizo
 a través de mis huesos.

 Quien le tiro abajo,
 me tiro a mi también,
 y con él, me fui yo...


 Me pongo de pie, camino ...
 vueltas y vueltas,
 Y yo no escucho ningún sonido.
 Sólo pienso en las palabras que habló por última vez.
 Y yo trato de no sentir.
 Dios!
 Yo trato de no sentir.

 Es tan difícil de creer,
 Pero al final de todo... lo que es cierto es,
 que él, se fue...

 Padre...
 aun miro la puerta de casa todas las mañanas
 esperando verte una vez más ,
 dura realidad,
 qué, por ser diferente
te tuvieron que matar.


No sabía muy bien lo que hacía allí tras unas verjas y miles de personas queriendo escapar. Estaba con mi madre en casa, ella preparaba la comida del medio día, cuando de repente, asaltaron la vivienda varios hombre armados diciéndonos que teníamos que irnos con ellos. Mi madre, asustada, cogió a todos mis hermanos, empezó a gritar e intentó escaparse de ellos, pero no sirvió de nada. Varias docenas de hombres se encontraban en la plaza del pueblo dispuestos a llevarnos a un lugar desconocido. Nos mandaron subir a un camión grande, las mujeres no paraban de llorar y de preguntar por la familia que no habían encontrado. Tras varias horas, llegamos a un descampado, un lugar aislado donde nadie podía vernos. El recinto estaba rodeado de alambre, y por más que lo intentásemos no podríamos escapar. Nuestras caras eran espeluznantes, nuestro destino ya no estaba en nuestras manos, sino en el de aquellos hombres que nos iban a dejar marca hasta el día nuestras muertes, sin imaginarnos que ese día llegaría antes de que nadie lo esperase.

Gloria Martínez González  3º ESO

LOS ALEMANES MAS CRUELES

http://www1.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/01/non_jews_persecution_gallery.asp

En esta foto tenemos a los alemanes mas crueles y peores destinados del mundo , destinados a matar , ¿por qué ?, ¿por qué les mandaban matar?.
De hecho , estos personajes no eran los mas crueles.
Más crueles que ellos , eran sus jefes , los que les mandaban matar, esos jefes eran malas personas , unos crueles que no saben el valor ni “EL SENTIDO DE LA VIDA “ que tenemos derecho a tener todos , en la actualidad , en la mayoría de países ya no se mata , ya no hay personas como estas , pero en otros países , parece mentira pero si las hay , que matan y que mandan matar , se supone que cuando avanzamos en la vida avanzamos a mejor , a hacer un mundo mejor , pero parece que para otras personas no es así y pienso que cada vez que se mata hoy en día a una persona en vez de avanzar , retrocedemos , parece que somos niños pequeños con los videojuegos , matando y matando , pero ¡NO! Ya somos mayorcitos para saber lo que hacemos y para saber que hay que madurar y tener dos dedos de frente , en todo caso opino que a las personas que matan , yo no las mandaría matar , si no que les dejaría bien  claro lo que han hecho y lo que no deben hacer jamás .


BORJA LOPEZ MERILLAS 3º ESO

Yo aporté mi granito de arena

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/may/13.asp

En un momento de rabia, dolor, pena...aparecí yo: Hershel Wright; un soldado que lo único que quiero es ayudar a la gente de los campos de concentración que lo pasan tan mal. Doy unos pasos, llego a donde un grupo de personas y lo que estoy viendo son caras de 'felicidad' porque ven que en mis manos hay algo más que una simple sopa. Las caras me dan alegría pero en mi corazón no puedo evitar una profunda pena por las miles de personas que hay en este campo porque miro a mi alrededor y lo único que veo es sufrimiento y más sufrimiento, pena y mucha más pena...y una esperanza que con los días se agota. Sé que es difícil ayudar a todas las personas que hay aquí (aunque es mi mejor deseo en estos momentos); pero lo intento. Intento levantarme cada mañana bien temprano pensando en el día de ayer, un día en el que ayudé a algunas de esas personas, y me levanto hoy, cargando comida y sabiendo que otro día más ayudo a esa gente; gente que quizás un día salgan vivos de allí y entonces será cuando tenga el gusto de decir que yo aporté mi granito de arena para que eso se haga realidad.

LORENA DÍAZ FERNÁNDEZ 3º ESO

Tantas preguntas sin respuesta

http://www1.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/04/ussr_gallery.asp

Tantas preguntas sin respuesta… Me pregunto que sentiría esta madre cuando supo que iban a matar a sus propios hijos, me pregunto todo lo que sentiría, me pregunto como será que te quiten tus propios hijos de las manos para matarlos. Me pregunto donde estaría su padre y si estaría vivo.  Me pregunto que pensarían esos niños si fueran más mayores, me pregunto como se sentiría su madre minutos después. Me pregunto cómo se sentirían todos los judíos al ser matados injustamente. Muchas preguntas, pero todas sin respuesta, lo único que podemos hacer es imaginárnoslo y rezar para no vernos ninguno de nosotros en esas situaciones.
Diego García Fernández

Verdad

http://www1.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/04/ussr_gallery.asp
Si lees esto es porque todo ha terminado.
El holocausto, un duro presagio que nadie podrá olvidar en la historia del Mundo. ¿Ves esa fotografía? – Ese soldado que está ahí con esa potente pistola soy yo, cegado por la ira de un señor innombrable que me quitó a mi familia y se apoderó de mi cabeza y de alma, me hizo pensar como él y actuar como a él le viniese en gana.
No pretendo dar pena ni justificar mis actos solo doy a conocer mi vida, mi miserable vida. Estoy arrepentido de haber formado parte de esa pandilla de sinvergüenzas. Ahora ya soy mayor, y soy consciente de lo que ha pasado, ha muerto, que dios lo perdone porque se había ganado el infierno.
Volviendo a la fotografía, ese día me dieron una lección que hasta el día de mi muerte la recordaré. Iba a matar a ese pobre niño solamente porque era judío y solo lo sabía por una pequeña estrellita que llevaba en el brazo cosida en su chaqueta pero en lo otro era igual que yo, bueno no, era mejor que yo. Lo puse de espaldas para que no pudiese mirarme a los ojos para que no me diese pena, estaba cargando el rifle, cuando apareció su madre, rogándome entre un mar de llantos y lagrimas que lo dejase vivo que la matase a ella si querían ver sangre pero a su niño no. En ese momento me di cuenta que lo que estaba mal realmente era escuchar a ese miserable dictador y así me arme de valor, ayude a escapar a esa familia y fui a ver al señor impresentable y lo único que recibí a cambio fue un disparo.
Si ahora ya no estoy ahí. Pero créeme estoy más tranquilo que nadie porque sé que hice lo correcto, soy uno de los pocos que se había armado de valor y había afrontado la verdad como en realidad era, no como la presentaba el señor dictador.
Gracias por haber leído un trocito de mi vida, cometí un error pero supe solucionarlo a tiempo.
VANESA RODRIGUEZ GONZALEZ  4ºESO

¿Por qué?

http://www1.yadvashem.org/yv/ru/holocaust/about/chapter_1/images/introduction/05.jpg

Hola, me llamo Guta y fui asesinada en el año 1942 en Treblinka, mi ciudad natal, con tan solo cinco años. Cuando mis padres me tuvieron, seguramente no pensaron que algo como esto pudiera llegar a pasar. Uno de los grandes problemas quizás es que somos judíos. Bueno…, fuimos porque ya no existimos. Sólo en la memoria de la gente que nos mató a sangre fría.

Los alemanes nacionalistas que creían que eran superiores en su “raza” que nosotros, que por ser judíos no merecíamos los mismos derechos civiles. La actitud antisemitita de los alemanes llevó al casi exterminio de la sociedad judía en toda Europa. La Alemania nazi construyó campos de concentración a donde se enviaban a los judíos a trabajar. No había casi comida para ellos, no había descanso, no había sonrisas… sólo lágrimas. El olor a muerte se expandía por los alrededores.

Crecí rápidamente; la situación lo obligaba. Ver a mi madre sufrir me hacía triste. En realidad, ver aquel paisaje lo hacía también. Lo único que deseaba era volver con mi familia a un lugar tranquilo, reunirme otra vez con mi padre, poder jugar y reír cómo lo hice en esa fotografía. Pero el destino ya estaba deparado para nosotros.

Cuando fui al cielo todo fue peor sin duda. Yo sólo me daba cuenta de lo que pasaba en aquella ciudad. Pero ver la masacre que se estaba cometiendo en todos los países de Europa, es indescriptible. La gente moría y moría y la ayuda tardaba en llegar, dentro de poco los alemanes se saldrían con la suya. Yo nada más deseaba ver que aquello acabara.

Un día, por fin se cumplió mi deseo. Las muertes frenaron y los alemanes se replegaban. Por fin pude descansar en paz pero en mi memoria siempre perdurará una única pregunta, ¿por qué?


Luisa Fernanda García Ramírez

Todo era extraño...

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/may/12.asp

Todo era extraño, estábamos asustados, no sabíamos que hacer, estábamos rodeados de gente extraña que no nos dejaba marcharnos de aquel lugar. Hacia pocas horas que habíamos salido de aquel tren en el que llevábamos varios días viajando, donde no nos daban de comer ni nos dejaban salir hasta llegar aquí a este lugar donde nos han separado de nuestros familiares y amigos. La mayoría de ellos se iban a aquel campo donde había más gente, pero a nosotros no nos llevaron allí. Pensábamos que íbamos a otro campo para trabajar allí. Me fijé que la mayoría de aquellas personas que estaban allí conmigo eran mujeres embarazadas, personas mayores y niños.
Pasadas unas horas nos mandaron montar en unas grandes camionetas, ellos nos decían que íbamos a darnos una ducha antes de ir para con los demás. Nos obligaron a quitarnos la ropa, nos cortaron el pelo y nos metieron a todos en una especie de sótano donde había duchas, pero en realidad no lo eran. Estábamos encerrados en una cámara de gas, íbamos a ser asfixiados y quemados.
Mónica Santos Rodríguez 4º ESO

Nos habían prometido...

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/may/08.asp

Éramos muchas familias a las que nos habían prometido lo mismo, un lugar digno donde vivir y trabajar mejor que en nuestra ciudad y en nuestra casa, un lugar en donde nuestros descendientes iban a crecer sanos y muy bien educados, un lugar en el que la comida era ejemplar, un lugar mucho mejor que el paraíso.
Solo podíamos llevar una pequeña maleta con muy poco equipaje puesto que la vida en ese sitio era ejemplar y no nos hacía falta muchas cosas para la supervivencia y que todo lo que necesitásemos iba a ser aportado por aquellas personas.
Fuimos llevados a unos grandes trenes, mi familia estaba muy contenta ya que el lugar donde habíamos sido enviados era mucho mejor que el paraíso, yo en cambio no estaba tan convenida, me parecía raro que nos llevaran a un sitio tan increíble como el que ellos decían.
Antes de subirnos al tren nos separaron, mi padre y mi hermano mayor y todos los hombres fueron llevados a un vagón diferente, todas las mujeres y los niños pequeños viajaron juntos en otro vagón, me sentía muy sola y alejada de mis seres queridos aunque estuviera con mi madre y mis dos hermanos pequeños, pues echaba de menos a mi padre y a mi hermano y temía no volver a verlos nunca más.
Fue un viaje muy largo. Cuando llegamos a aquel lugar tan maravilloso, una espesa niebla no nos permitió ver nada de lo que había a nuestro alrededor. Aparecieron unos fuertes y altos hombres acompañados de unos grandes perros muy bien entrenados. Si eso era el paraíso el recibimiento no era muy agradable. Nos pusieron a todas las mujeres juntas en un lado del campo y a todos los hombres en el otro, yo estaba viendo a mi hermano y a mi padre a lo lejos pero los hombres no me dejaron acercarme a ellos.
Los hombres se acercaron al grupo de las mujeres y nos alejaron aun más de nuestras familias, nos mandaron desnudarnos y dejar todas nuestras pertenencias en unas grandes cajas, ellos decían que era para que no se perdieran durante el tiempo que durara el baño.
Caminamos detrás de los hombres y de sus perros, pasamos al lado del grupo de los hombres donde pude ver a mi hermano y a mi padre diciéndonos adiós con la mano, noté que todos los hombres lloraban muy desconsolados. Caminamos hasta llegar a unas grandes cabinas, nos hicieron entrar por una gran puerta de acero, cuando todas estábamos dentro sonó un fuerte ruido y la puerta se cerró, todas las mujeres y los niños se descontrolaron, yo me abracé muy fuerte a mi madre y a mis dos hermanos, solo oía fuertes ruidos y unos tremendos llantos. Mis hermanos, mi madre y yo empezamos a llorar, estábamos todos muy desesperados. Se abrió una tapa del techo y un hombre con una mascarilla vertió un gas verdoso que nos tapó a todos.
Yo, Luciana Madeleine, ¿Por qué iba a merecer este castigo? ¿Por qué la sociedad es tan cruel?
Sara Méndez Ramos 3º ESO

LA DESAPARICIÓN DE TODO LO BUENO DE LA FAZ DE LA TIERRA.

Melish era un chico judío de nacionalidad alemana. Tenía 15 años y vivía con su familia en un lujoso apartamento de un barrio judío en el este de la ciudad de Berlín.
Su padre era un prestigioso joyero que tenia una de las tiendas mas grandes de todo el barrio y una delas de mas prestigio de todo Berlín. A su tienda acudían mujeres y hombres adinerados, famosos generales y coroneles del ejército y mucha más gente famosa y rica que había en Berlín. Su madre trabajaba en casa de una familia judía que se había enriquecido gracias al comercio de ropa para trabajo. Últimamente se habían hecho muchos encargos para unos campos de trabajo aun por inaugurar.
Semanas más tarde estallo la guerra entre Alemania, Italia, Japón y Rusia contra E.E.U.U., Canadá, Francia, Inglaterra y en menor medida, Polonia. A los pocos días empezaron a cortar en una gran parte el suministro de comida para los barrios judíos y se empezaron a llevar a gente en camiones. Los alemanes decían a la gente que iban a ser realojados en casas al este de Europa hasta que terminase la guerra, también les decían que solo podían llevar una maleta por persona, nada más que con lo imprescindible. La gente se iba feliz al saber que serian realojados en casas nuevas y que irían a sitios desconocidos para ellos, pero todos los que se iban, no volvían y no contestaban a las cartas que sus seres queridos le mandaban. Eso preocupó mucho a la gente. Por si esto fuera poco, los alemanes dieron órdenes de que todos los judíos llevasen un brazalete con una estrella de seis puntas azul sobre fondo blanco, y que los que saliesen a la calle y no lo llevasen, serían encarcelados hasta que un familiar pasara a sacarlo de la cárcel. Días mas tarde, mientras que Melish y su familia escuchaban la radio, oyeron que Rusia acababa de romper la alianza que tenia con Alemania y declararle la guerra, porque no habían respetado lo acordado(acordaron
que una vez que tomasen Polonia, se la repartirían), y que a partir de ese día ,tendrían un aliado menos. Días más tarde, llegaron camiones cargados de soldados alemanes. Los soldados empezaron a registrar las casas y a sacar a la calle a la gente, ignorando como estuviesen o quienes fueran y matando a todo el que se les opusiese o intentase huir. El padre de Melish era uno de los pocos que sabia lo que le hacían a la gente que se llevaban, aunque nunca se lo conto a nadie. El padre e Melish saco una pistola de un cajón y la escondió en su camisa. Cuando llegaron a la calle, el padre de Melish saco la pistola y mató a 5 alemanes antes de morir.Esta es la historia de cómo habían llegado a estar subiendo a un camión para hacer el trayecto de la muerte y nunca más volver a conocer el mundo tal y como era.

Wenceslao 3º ESO

¡Qué horror!

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/may/12.asp

Eran  mujeres y niños, y pese a sus múltiples esfuerzos no podían ocultar que eran judíos, por eso formaban parte de la cola de presidiarios que esperaban su turno delante de una cámara de gas. Allí en aquel descampado empezaron a sentir pánico y horror, se miraban unos a otros, preguntándose, ¿Por qué habían sido elegidos?, ¿no eran aptos para el trabajo? , ¿No servían para nada? o ¿solamente era mujeres y niños indefensos?
¡Qué HORROR!

Alejandra Vega Rodríguez 4º ESO

Uno de los peores días de mi vida

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/april/08.asp

Cuando me llevaron a aquel campo de concentración no sabia bien lo que iba a pasar, seguramente no era nada bueno ya que nunca nos trataban bien aquellos señores.
Cuando nos bajaron de los camiones yo solo pude ver a gente desesperada porque las habían separado de sus familias, también veía como aquellos señores maltrataban a todas las personas, yo tenía miedo no quería estar en ese lugar.
No entendía por qué aquellos señores nos tenían tanta manía, si nosotros somos personas igual que ellos y deberíamos tener todos los mismos derechos, aunque eso no fuera así.
Yo estaba sola, no tenía a nadie de mi familia porque nos habían separado, no sabía que hacer... estaba desesperada, quería morirme para que esta pesadilla pasara.
Fue uno de los peores días de mi corta vida.
Andrea Blanco Alonso 4º ESO

Nuestra sinagoga está ardiendo...

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/november/04.asp

Nuestra sinagoga está ardiendo, es la terrible noche de los “cristales rotos”, han roto los cristales de todos nuestros negocios, las escuelas, nuestras sinagogas… estamos desesperados, no sabemos que hacer...
Pero decidimos ir al lugar que creemos que nos sentiremos más protegidos, pero no, ya han roto los cristales, estamos desesperados, los nazis han acabado con lo que más queríamos, han destrozado familias, viviendas…
Poco a poco nos iban matando, llegando a tal punto en el que nosotros mismo lo hacíamos para no sufrir más y no ir a los campos de exterminio ,   es muy duro ver a tus seres queridos quemarse, morirse…
Hoy en día tengo la suerte de poder contarles a mis nietos , hijos , vecinos y amigos , todo lo que fue aquello , lo mal que lo pasé , lo mucho que sufrí , lo mucho que tuve que luchar para poder sobrevivir , esos recuerdos que noche a noche me persiguen al acostarme y que sólo al levantarme puedo ver que sólo a sido un sueño , nada más que eso , que todo ya ha pasado , que no voy a sufrir más , que las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana y por eso , se ha de vivir cada día como si fuese el último , rodeado de tus amigos , familiares y seres queridos .
Es muy triste pensar en las pocas personas que podemos contar todo esto , en esas que luchamos y conseguimos sobrevivir , de una manera u otra , pero lo conseguimos , lo logramos y estoy muy contento , las penas y las tragedias vividas en aquel entonces , ya pasaron a otro plano , aunque nunca las olvidaré , ahora he de estar feliz , y luchar por la vida .
Lidia Villar Carro 4º ESO

Ese día...

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/february/03.asp

El día 8 de Septiembre de 1939 empezó la terrible pesadilla para muchos judíos, ese día empezaron las persecuciones y los decretos hostiles hacia los judíos. Estas personas habían sido reunidas junto con hebreos y otros refugiados de ciudades en una especie de barrio para ellos. Un día fueron reunidos todos ellos en una plaza con maletas en las cuales llevaban ropas y un poco de comida, en ese momento todos estaban aterrorizados, ya que allí mismo a los enfermos y débiles se les fusilaba. Los deportados fueron llevados al gueto de Varsovia y convertidos en refugiados del seno de una población en la que ya abundaba el hambre, las enfermedades y la pobreza. Centenares de los refugiados murieron en el gueto de Varsovia durante el año 1941.Aquellas personas que no murieron de inanición o por causa de las epidemias fueron enviados al campo de exterminio de Treblinka durante la gran deportación del gueto en el verano de 1942, ese día comenzaba una nueva pesadilla para muchas personas.

Paula Sal Rodríguez 3 ESO.

¿Por qué yo?

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/july/07.asp

El 22 de junio de 1941 llegaron a Vinnitsa, Ucrania, donde yo vivía, las Waffen SS. Las Waffen SS eran el cuerpo de combate de élite de las Schutzstaffel (más conocidas como las SS, o escuadras de protección).
Cuando las Waffen SS llegaron a Vinnitsa nos reunieron a todos los judíos y nos llevaron al bosque donde cavaron una fosa común y nos empezaron a fusilar. Mientras me llegaba el momento solo podía rezar ,pero cada vez me asustaba más al ver los cadáveres amontonados en la fosa. Cuando me iban a fusilar y estaba sentado en el borde de la fosa, sólo me podía preguntar ¿Por qué nosotros? ¿Por qué yo?
Belén Menéndez González 3º ESO

Cerré los ojos y...

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/may/06.asp
El nueve de Mayo de 1942 fuimos llamados por guardias del ejército Nazi, entraban en nuestras casas nos mandaban coger lo básico, sin saber adonde íbamos con la esperanza de que no pasara nada y que todo aquello terminara ya, esperando en aquellas largas colas pensando en todos los buenos momentos de la vida y preguntándonos  por qué a nosotros, ¿no somos personas como ellos?. Una vez nos llegara nuestro turno nos pedían nuestros nombres y nos mandaban subir al tren, en aquellos vagones que eran oscuros con gran suciedad. Tras un largo viaje llegamos a nuestro destino,  nos mandaron bajar había unos guardias que nos llevaron a un sitio en el que nos íbamos a duchar nos quitamos las ropa y entramos, allí dentro todo estaba oscuro no se veía nada de repente se abrió un ventana encima de nosotros y empezó a caer una cosa muy extraña entonces cerré los ojos y…

Elena Suárez Ferreira 3º ESO

¿Qué debía hacer?

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/november/09.asp

Aquella  mañana del 27 de noviembre de 1941, había cumplido 10 años, mi madre me había hecho un regalo muy bonito y se lo agradecí, pero me asomé por la ventana de mi casa y vi como los nazis estaban llevándose a la gente del pueblo para llevárselos a otro lugar, cuando de repente escuché los gritos de mi madre ya que un grupo de nazis había entrado en nuestra casa. Rápidamente mi madre fue a por mí y me escondió en el baño para que no me llevaran. Al pasar unos minutos decidí salir de mi escondite y pensé que nunca mas volvería a ver a mi madre por lo que me puse muy triste, pero pensé que aunque me quedara encerrado en casa las cosas no cambiarían y pronto vendrían a por mí, por lo que decidí ir en busca de mi madre.
Tras caminar un rato vi a lo lejos como los nazis se preparaban para llevar a los judíos en un tren, pero debía seguir buscando. Al acercarme al tren un grupo de nazis me vio, venían a por mí, ¿qué debía hacer? era subir al tren o dejarme atrapar por los nazis, decidí subirme y allí estaba mi madre, preocupada y asustada, al verme se alegró mucho, pero a la vez se enfadó por verme allí y por a ver salido del escondite ya que estaba condenado al sufrimiento y a la segura muerte que me esperaba en el final del recorrido del tren.
Enrique Martínez Rodríguez 3º ESO

Conseguimos escapar del infierno

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/november/09.asp

Aquel 27 de Noviembre de 1941, nos deportaron a los judíos de Wuerzburg a un campo de concentración en Nuremberg, Langwasser y de allí a Riga, Letonia. El traslado fue muy duro, nos trataban fatal. En los vagones de tren hacía mucho frío, así que todos nos juntábamos en una esquina y nos abrazábamos para entrar en calor.
Algunos trataban de escaparse, pero aún así no lo conseguían, y se arriesgaban a que los mataran. No teníamos ni  idea de adonde nos llevaban.

Al llegar al campo de concentración, nos separaron en grupos, los hombres para un lado y las mujeres por otro, los niños pequeños se iban con los hombres y las niñas pequeñas con las mujeres. A las mujeres embarazadas las mataban, porque no rendían tanto como las otras. La comida allí, era escasa, casi no nos daban nada, pero sobrevivíamos. Se suponía que allí nuestra vida sería mejor y que tendríamos trabajo, o al menos eso nos prometieron, pero todo fue una mentira para deshacerse de nosotros.
   

 Una judía que ocultaba su embarazo y yo decidimos fugarnos, y aunque las otras personas que lo intentaron, no tuvieron éxito, ella y yo sí lo tuvimos, conseguimos escapar de ese infierno, y contarle al mundo entero nuestra historia.

Amanda Rodríguez Alonso 3º ESO

Yo me preguntaba...

 http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/november/11.asp
Aquel día del mes de Noviembre yo me preguntaba dónde iban todas esas personas con sus escoltas armados con armas de fuego también me preguntaba por qué se dirijan para el norte donde estaban esos campos cerrados por altas verjas electrocutadas con un  alambre en lo alto. Yo me dirigía a la sinagoga de Siegen – Alemania- la verdad es que me quedaban días de viaje debido a que estaba en Bélgica no me gustaría pasar por el mal trago que estaba pasando esos pobre judíos sin razón alguna, bueno, yo como soy cristiano, pero no practicante, prefería no saber nada de eso. Desde luego esos nazis no tienen derecho a eliminar a todos esos pobres judíos. Sin duda alguna yo creo que los nazis tenían una enfermedad grave o una obsesión. No recuerdo mucho de ese día pero hacía mucho frío y estaba empezando a nevar. Bueno, yo seguí mi camino hasta que tres días después llegue a  Alemania y me encontré todos los edificios destruidos y la gente llorando sin saber donde ir. Me acuerdo que había un niño preguntando por su mamá y un camión ardiendo, pero yo no me creía lo que estaba viviendo… Al final llegué a la sinagoga, que también estaba ardiendo.
Marcos Flórez Sal 3º ESO

Chelmo

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/august/13.asp
Era Enero de 1942, hace mucho frío. Miles de nosotros fuimos deportados hacia Chelmno.  Nosotros viajamos en tren durante varios días, y sus correspondientes noches. Cada vagón lo abarrotaban muchas personas tumbadas encima de su equipaje. Si nosotros supiéramos adonde nos dirigíamos seria un verdadero caos. Si oyéramos el sonido de Chelmno nos sentiríamos paralizados, horrorizados, ese nombre evocaría las más terribles atrocidades: Cámaras de gas, hornos crematorios y el exterminio. Todos creeríamos que nuestro destino sería una fábrica de municiones o un campo de trabajo, donde, simplemente, se nos obligaría a trabajos forzados. Pensamos que si trabajábamos duro volveríamos  a vivir una vida normal, pero por desgracia no fue así. La mayoría fueron directos a la cámara de gas, pero algunos sobrevivimos “milagrosamente”, realizando alguna tarea en el campo de exterminio, pero al final no nos pudieron salvar.

Omar González Marentes – 3º ESO

Que nunca más ocurra nada parecido

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/may/10.asp
Después de un mes de combates contra los alemanes, ya estábamos cansados, los pocos que quedábamos, teníamos mucha hambre, pero debíamos seguir combatiendo por la libertad de nuestro pueblo, la injusticia que nos estaba ocurriendo por el simple hecho de ser judío. Ya sabíamos que no aguantaríamos muchos días más, pero había que resistir, no se como la mente humana puede llegar a ser tan perversa, no lo entiendo. El 16 de mayo no pudimos resistir más, había llegado nuestra hora, espero que en un futuro no muy lejano la gente reflexione sobre la barbaridad que realizó el imperio nazi y que nunca más ocurra nada parecido.

Samuel Cerredo de la Fuente 3º ESO