viernes, 27 de enero de 2012



Cada vez que me acuerdo del sufrimiento de miles y millones de personas; y en especial de este niño, al que mataron con apenas cuatro años delante de mí, y que les daba igual lo que fuese o lo que sufriese con tal de acabar con su vida no me lo puedo creer. Y es que, en el pensamiento que tengo yo como persona, no acabo de encontrar la manera y la forma de entender  por que aquellas personas querían acabar con la vida de estos seres indefensos mediante tales atrocidades. Cualquier persona se merece vivir una larga vida llena de felicidad y buenos momentos, y este niño no lo consiguió.

Jenifer Cancelos Fernández  3ºESO

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