viernes, 27 de enero de 2012

Duele

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/june/03.asp


Duele recordar, pero es imposible no hacerlo.

Duele aceptarlo, pero es necesario.

Duele nombrarlo, porque abre las viejas heridas.

Duele, pero ya no tanto.

Duele, pero no lo olvidarás jamás.

Duele, por la indiferencia que muestra la gente.

Duele, porque nadie les avisó.

Duele, porque ellos no se lo merecían.

Duele aunque ya haya pasado.

Duelen las historias, las fotos y los vídeos.

Duele, porque son cosas que marcan.

Duele, cada letra.

Duele... porque es dolor.

Diana García Feito

Era un gheto

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/august/11.asp


Había mujeres, hombres y niños

Oscuridad y mucho frío,

Y todos judíos.



No había comida,

Tampoco bebida,

Pero si peleas,

Para ver quien comía.



Los niños lloraban,

Las mujeres sufrían,

Y mientras tanto,

Mucha gente se moría.



Se acercaban a las vallas,

Gritaban y susurraban,

Para ver si un golpe de suerte,

Los salvaba.



Y al final de todo,

Mucha gente se iba,

Al fin descansaban,

De aquella injusticia.



Rocío Boyano

Un recuerdo les queda...

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/september/13.asp
Obligarme a acostarme,
sobre un tronco de madera.

Recibir un disparo,
Y agregar otra hilera.

Tras acabar con todos,
Quemarnos en la hoguera.

Pero a pesar de todo,
Un recuerdo les queda.

Noelia Fernández Méndez  4º E.S.O

Diario

http://www1.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/01/non_jews_persecution_gallery.asp

- Al fin llegamos, después de 3 días de viaje sin comer nada… espero que en el campamento me den de cenar, una suculenta cena, como la que solía hacer mamá.. -
~ Miércoles ~ 21:30 pm. ~

- Me han puesto una camisa horrible, debe de ser la moda aquí dentro, todas llevan una … -
~ Miércoles ~ 23:00 pm. ~

- Bueno, parece que ya no nos darán de cenar, debe de ser tarde y la cocinera se habrá ido a casa, esperaré hasta el desayuno. –
~ Miércoles ~ 23:59 pm ~

- Me esperaba algo mejor, solo me han dado un pequeño mendrugo de pan y un insípido café… aún tengo hambre… al menos, esta tarde nos llevan de excursión a una de las chimeneas del albergue, allí deben de hacer el pan que nos dan por las mañanas, por eso sale tanto humo, espero que me dejen comer algo. ¡Me muero de hambre! –

~ Jueves ~ 7:00 am ~


-    Jo, estoy triste, me han cortado el pelo, ya no parezco yo, ahora somos todas iguales, misma ropa, mismo ‘’peinado’’… pero bueno, papá me dijo que solo estaría aquí durante el verano, solo tengo que aguantar un poco. –

~ Jueves ~ 11:00 am ~

-    ¡Nos vamos de excursión! Menos mal, que ganas tenía, me hartaré de pan y le traeré un poco a una de las mujeres de mi barracón, que se ha portado muy bien conmigo, dejándome dormir en su cama. La verdad, no entiendo como en un albergue tan grande hay tan pocas camas. –

~ Jueves ~ 14:00 am ~

-    Bueno, me voy, cuando vuelva de la excursión seguiré escribiendo, seguro que todo sale genial, tengo muchísimas ganas.
Lo que no me gusta es que nos lleven a todas las niñas juntas, tocaremos a menos comida. –

~ Jueves ~ 15:15 am ~ Último Testimonio.

Abel Pérez Pazos 4º ESO

Por ser diferente

http://www1.yadvashem.org/yv/ru/holocaust/about/chapter_1/images/introduction/05.jpg


Se le dijo que la soledad era como...
 Espacios entre las estrellas.
 Bueno... es vacío entre estos.

 Me dijeron que un hombre muerto era más pesado
 que un corazón roto.
 ¿Estoy muerta?
 Mi corazón se siente pesado.

 Y yo trato de no sentir...
 Sí, trato de no sentir,
 tan difícil de creer.
 matar, por ser diferente...

 Me dijeron que con el tiempo lo olvidaría.
 Bueno, yo aun puedo escuchar sus pasos,
 corriendo junto a mí...

 Me dijeron que nada le pasaría que no
 había que temer.

 Y yo trato de no sentir.
 ¡Dios!
 yo trato de no sentir ...pero
 sus recuerdos pesan aun sobre mi
 Es tan difícil de creer.
 Pero al fin y al cabo es cierto, se fue...

 Quien disparó la bala no solo lo hizo a través de él.
 Si no que, también , lo hizo
 a través de mis huesos.

 Quien le tiro abajo,
 me tiro a mi también,
 y con él, me fui yo...


 Me pongo de pie, camino ...
 vueltas y vueltas,
 Y yo no escucho ningún sonido.
 Sólo pienso en las palabras que habló por última vez.
 Y yo trato de no sentir.
 Dios!
 Yo trato de no sentir.

 Es tan difícil de creer,
 Pero al final de todo... lo que es cierto es,
 que él, se fue...

 Padre...
 aun miro la puerta de casa todas las mañanas
 esperando verte una vez más ,
 dura realidad,
 qué, por ser diferente
te tuvieron que matar.


No sabía muy bien lo que hacía allí tras unas verjas y miles de personas queriendo escapar. Estaba con mi madre en casa, ella preparaba la comida del medio día, cuando de repente, asaltaron la vivienda varios hombre armados diciéndonos que teníamos que irnos con ellos. Mi madre, asustada, cogió a todos mis hermanos, empezó a gritar e intentó escaparse de ellos, pero no sirvió de nada. Varias docenas de hombres se encontraban en la plaza del pueblo dispuestos a llevarnos a un lugar desconocido. Nos mandaron subir a un camión grande, las mujeres no paraban de llorar y de preguntar por la familia que no habían encontrado. Tras varias horas, llegamos a un descampado, un lugar aislado donde nadie podía vernos. El recinto estaba rodeado de alambre, y por más que lo intentásemos no podríamos escapar. Nuestras caras eran espeluznantes, nuestro destino ya no estaba en nuestras manos, sino en el de aquellos hombres que nos iban a dejar marca hasta el día nuestras muertes, sin imaginarnos que ese día llegaría antes de que nadie lo esperase.

Gloria Martínez González  3º ESO

LOS ALEMANES MAS CRUELES

http://www1.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/01/non_jews_persecution_gallery.asp

En esta foto tenemos a los alemanes mas crueles y peores destinados del mundo , destinados a matar , ¿por qué ?, ¿por qué les mandaban matar?.
De hecho , estos personajes no eran los mas crueles.
Más crueles que ellos , eran sus jefes , los que les mandaban matar, esos jefes eran malas personas , unos crueles que no saben el valor ni “EL SENTIDO DE LA VIDA “ que tenemos derecho a tener todos , en la actualidad , en la mayoría de países ya no se mata , ya no hay personas como estas , pero en otros países , parece mentira pero si las hay , que matan y que mandan matar , se supone que cuando avanzamos en la vida avanzamos a mejor , a hacer un mundo mejor , pero parece que para otras personas no es así y pienso que cada vez que se mata hoy en día a una persona en vez de avanzar , retrocedemos , parece que somos niños pequeños con los videojuegos , matando y matando , pero ¡NO! Ya somos mayorcitos para saber lo que hacemos y para saber que hay que madurar y tener dos dedos de frente , en todo caso opino que a las personas que matan , yo no las mandaría matar , si no que les dejaría bien  claro lo que han hecho y lo que no deben hacer jamás .


BORJA LOPEZ MERILLAS 3º ESO

Yo aporté mi granito de arena

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/may/13.asp

En un momento de rabia, dolor, pena...aparecí yo: Hershel Wright; un soldado que lo único que quiero es ayudar a la gente de los campos de concentración que lo pasan tan mal. Doy unos pasos, llego a donde un grupo de personas y lo que estoy viendo son caras de 'felicidad' porque ven que en mis manos hay algo más que una simple sopa. Las caras me dan alegría pero en mi corazón no puedo evitar una profunda pena por las miles de personas que hay en este campo porque miro a mi alrededor y lo único que veo es sufrimiento y más sufrimiento, pena y mucha más pena...y una esperanza que con los días se agota. Sé que es difícil ayudar a todas las personas que hay aquí (aunque es mi mejor deseo en estos momentos); pero lo intento. Intento levantarme cada mañana bien temprano pensando en el día de ayer, un día en el que ayudé a algunas de esas personas, y me levanto hoy, cargando comida y sabiendo que otro día más ayudo a esa gente; gente que quizás un día salgan vivos de allí y entonces será cuando tenga el gusto de decir que yo aporté mi granito de arena para que eso se haga realidad.

LORENA DÍAZ FERNÁNDEZ 3º ESO

Tantas preguntas sin respuesta

http://www1.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/04/ussr_gallery.asp

Tantas preguntas sin respuesta… Me pregunto que sentiría esta madre cuando supo que iban a matar a sus propios hijos, me pregunto todo lo que sentiría, me pregunto como será que te quiten tus propios hijos de las manos para matarlos. Me pregunto donde estaría su padre y si estaría vivo.  Me pregunto que pensarían esos niños si fueran más mayores, me pregunto como se sentiría su madre minutos después. Me pregunto cómo se sentirían todos los judíos al ser matados injustamente. Muchas preguntas, pero todas sin respuesta, lo único que podemos hacer es imaginárnoslo y rezar para no vernos ninguno de nosotros en esas situaciones.
Diego García Fernández

Verdad

http://www1.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/04/ussr_gallery.asp
Si lees esto es porque todo ha terminado.
El holocausto, un duro presagio que nadie podrá olvidar en la historia del Mundo. ¿Ves esa fotografía? – Ese soldado que está ahí con esa potente pistola soy yo, cegado por la ira de un señor innombrable que me quitó a mi familia y se apoderó de mi cabeza y de alma, me hizo pensar como él y actuar como a él le viniese en gana.
No pretendo dar pena ni justificar mis actos solo doy a conocer mi vida, mi miserable vida. Estoy arrepentido de haber formado parte de esa pandilla de sinvergüenzas. Ahora ya soy mayor, y soy consciente de lo que ha pasado, ha muerto, que dios lo perdone porque se había ganado el infierno.
Volviendo a la fotografía, ese día me dieron una lección que hasta el día de mi muerte la recordaré. Iba a matar a ese pobre niño solamente porque era judío y solo lo sabía por una pequeña estrellita que llevaba en el brazo cosida en su chaqueta pero en lo otro era igual que yo, bueno no, era mejor que yo. Lo puse de espaldas para que no pudiese mirarme a los ojos para que no me diese pena, estaba cargando el rifle, cuando apareció su madre, rogándome entre un mar de llantos y lagrimas que lo dejase vivo que la matase a ella si querían ver sangre pero a su niño no. En ese momento me di cuenta que lo que estaba mal realmente era escuchar a ese miserable dictador y así me arme de valor, ayude a escapar a esa familia y fui a ver al señor impresentable y lo único que recibí a cambio fue un disparo.
Si ahora ya no estoy ahí. Pero créeme estoy más tranquilo que nadie porque sé que hice lo correcto, soy uno de los pocos que se había armado de valor y había afrontado la verdad como en realidad era, no como la presentaba el señor dictador.
Gracias por haber leído un trocito de mi vida, cometí un error pero supe solucionarlo a tiempo.
VANESA RODRIGUEZ GONZALEZ  4ºESO

¿Por qué?

http://www1.yadvashem.org/yv/ru/holocaust/about/chapter_1/images/introduction/05.jpg

Hola, me llamo Guta y fui asesinada en el año 1942 en Treblinka, mi ciudad natal, con tan solo cinco años. Cuando mis padres me tuvieron, seguramente no pensaron que algo como esto pudiera llegar a pasar. Uno de los grandes problemas quizás es que somos judíos. Bueno…, fuimos porque ya no existimos. Sólo en la memoria de la gente que nos mató a sangre fría.

Los alemanes nacionalistas que creían que eran superiores en su “raza” que nosotros, que por ser judíos no merecíamos los mismos derechos civiles. La actitud antisemitita de los alemanes llevó al casi exterminio de la sociedad judía en toda Europa. La Alemania nazi construyó campos de concentración a donde se enviaban a los judíos a trabajar. No había casi comida para ellos, no había descanso, no había sonrisas… sólo lágrimas. El olor a muerte se expandía por los alrededores.

Crecí rápidamente; la situación lo obligaba. Ver a mi madre sufrir me hacía triste. En realidad, ver aquel paisaje lo hacía también. Lo único que deseaba era volver con mi familia a un lugar tranquilo, reunirme otra vez con mi padre, poder jugar y reír cómo lo hice en esa fotografía. Pero el destino ya estaba deparado para nosotros.

Cuando fui al cielo todo fue peor sin duda. Yo sólo me daba cuenta de lo que pasaba en aquella ciudad. Pero ver la masacre que se estaba cometiendo en todos los países de Europa, es indescriptible. La gente moría y moría y la ayuda tardaba en llegar, dentro de poco los alemanes se saldrían con la suya. Yo nada más deseaba ver que aquello acabara.

Un día, por fin se cumplió mi deseo. Las muertes frenaron y los alemanes se replegaban. Por fin pude descansar en paz pero en mi memoria siempre perdurará una única pregunta, ¿por qué?


Luisa Fernanda García Ramírez

Todo era extraño...

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/may/12.asp

Todo era extraño, estábamos asustados, no sabíamos que hacer, estábamos rodeados de gente extraña que no nos dejaba marcharnos de aquel lugar. Hacia pocas horas que habíamos salido de aquel tren en el que llevábamos varios días viajando, donde no nos daban de comer ni nos dejaban salir hasta llegar aquí a este lugar donde nos han separado de nuestros familiares y amigos. La mayoría de ellos se iban a aquel campo donde había más gente, pero a nosotros no nos llevaron allí. Pensábamos que íbamos a otro campo para trabajar allí. Me fijé que la mayoría de aquellas personas que estaban allí conmigo eran mujeres embarazadas, personas mayores y niños.
Pasadas unas horas nos mandaron montar en unas grandes camionetas, ellos nos decían que íbamos a darnos una ducha antes de ir para con los demás. Nos obligaron a quitarnos la ropa, nos cortaron el pelo y nos metieron a todos en una especie de sótano donde había duchas, pero en realidad no lo eran. Estábamos encerrados en una cámara de gas, íbamos a ser asfixiados y quemados.
Mónica Santos Rodríguez 4º ESO

Nos habían prometido...

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/may/08.asp

Éramos muchas familias a las que nos habían prometido lo mismo, un lugar digno donde vivir y trabajar mejor que en nuestra ciudad y en nuestra casa, un lugar en donde nuestros descendientes iban a crecer sanos y muy bien educados, un lugar en el que la comida era ejemplar, un lugar mucho mejor que el paraíso.
Solo podíamos llevar una pequeña maleta con muy poco equipaje puesto que la vida en ese sitio era ejemplar y no nos hacía falta muchas cosas para la supervivencia y que todo lo que necesitásemos iba a ser aportado por aquellas personas.
Fuimos llevados a unos grandes trenes, mi familia estaba muy contenta ya que el lugar donde habíamos sido enviados era mucho mejor que el paraíso, yo en cambio no estaba tan convenida, me parecía raro que nos llevaran a un sitio tan increíble como el que ellos decían.
Antes de subirnos al tren nos separaron, mi padre y mi hermano mayor y todos los hombres fueron llevados a un vagón diferente, todas las mujeres y los niños pequeños viajaron juntos en otro vagón, me sentía muy sola y alejada de mis seres queridos aunque estuviera con mi madre y mis dos hermanos pequeños, pues echaba de menos a mi padre y a mi hermano y temía no volver a verlos nunca más.
Fue un viaje muy largo. Cuando llegamos a aquel lugar tan maravilloso, una espesa niebla no nos permitió ver nada de lo que había a nuestro alrededor. Aparecieron unos fuertes y altos hombres acompañados de unos grandes perros muy bien entrenados. Si eso era el paraíso el recibimiento no era muy agradable. Nos pusieron a todas las mujeres juntas en un lado del campo y a todos los hombres en el otro, yo estaba viendo a mi hermano y a mi padre a lo lejos pero los hombres no me dejaron acercarme a ellos.
Los hombres se acercaron al grupo de las mujeres y nos alejaron aun más de nuestras familias, nos mandaron desnudarnos y dejar todas nuestras pertenencias en unas grandes cajas, ellos decían que era para que no se perdieran durante el tiempo que durara el baño.
Caminamos detrás de los hombres y de sus perros, pasamos al lado del grupo de los hombres donde pude ver a mi hermano y a mi padre diciéndonos adiós con la mano, noté que todos los hombres lloraban muy desconsolados. Caminamos hasta llegar a unas grandes cabinas, nos hicieron entrar por una gran puerta de acero, cuando todas estábamos dentro sonó un fuerte ruido y la puerta se cerró, todas las mujeres y los niños se descontrolaron, yo me abracé muy fuerte a mi madre y a mis dos hermanos, solo oía fuertes ruidos y unos tremendos llantos. Mis hermanos, mi madre y yo empezamos a llorar, estábamos todos muy desesperados. Se abrió una tapa del techo y un hombre con una mascarilla vertió un gas verdoso que nos tapó a todos.
Yo, Luciana Madeleine, ¿Por qué iba a merecer este castigo? ¿Por qué la sociedad es tan cruel?
Sara Méndez Ramos 3º ESO

LA DESAPARICIÓN DE TODO LO BUENO DE LA FAZ DE LA TIERRA.

Melish era un chico judío de nacionalidad alemana. Tenía 15 años y vivía con su familia en un lujoso apartamento de un barrio judío en el este de la ciudad de Berlín.
Su padre era un prestigioso joyero que tenia una de las tiendas mas grandes de todo el barrio y una delas de mas prestigio de todo Berlín. A su tienda acudían mujeres y hombres adinerados, famosos generales y coroneles del ejército y mucha más gente famosa y rica que había en Berlín. Su madre trabajaba en casa de una familia judía que se había enriquecido gracias al comercio de ropa para trabajo. Últimamente se habían hecho muchos encargos para unos campos de trabajo aun por inaugurar.
Semanas más tarde estallo la guerra entre Alemania, Italia, Japón y Rusia contra E.E.U.U., Canadá, Francia, Inglaterra y en menor medida, Polonia. A los pocos días empezaron a cortar en una gran parte el suministro de comida para los barrios judíos y se empezaron a llevar a gente en camiones. Los alemanes decían a la gente que iban a ser realojados en casas al este de Europa hasta que terminase la guerra, también les decían que solo podían llevar una maleta por persona, nada más que con lo imprescindible. La gente se iba feliz al saber que serian realojados en casas nuevas y que irían a sitios desconocidos para ellos, pero todos los que se iban, no volvían y no contestaban a las cartas que sus seres queridos le mandaban. Eso preocupó mucho a la gente. Por si esto fuera poco, los alemanes dieron órdenes de que todos los judíos llevasen un brazalete con una estrella de seis puntas azul sobre fondo blanco, y que los que saliesen a la calle y no lo llevasen, serían encarcelados hasta que un familiar pasara a sacarlo de la cárcel. Días mas tarde, mientras que Melish y su familia escuchaban la radio, oyeron que Rusia acababa de romper la alianza que tenia con Alemania y declararle la guerra, porque no habían respetado lo acordado(acordaron
que una vez que tomasen Polonia, se la repartirían), y que a partir de ese día ,tendrían un aliado menos. Días más tarde, llegaron camiones cargados de soldados alemanes. Los soldados empezaron a registrar las casas y a sacar a la calle a la gente, ignorando como estuviesen o quienes fueran y matando a todo el que se les opusiese o intentase huir. El padre de Melish era uno de los pocos que sabia lo que le hacían a la gente que se llevaban, aunque nunca se lo conto a nadie. El padre e Melish saco una pistola de un cajón y la escondió en su camisa. Cuando llegaron a la calle, el padre de Melish saco la pistola y mató a 5 alemanes antes de morir.Esta es la historia de cómo habían llegado a estar subiendo a un camión para hacer el trayecto de la muerte y nunca más volver a conocer el mundo tal y como era.

Wenceslao 3º ESO

¡Qué horror!

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/may/12.asp

Eran  mujeres y niños, y pese a sus múltiples esfuerzos no podían ocultar que eran judíos, por eso formaban parte de la cola de presidiarios que esperaban su turno delante de una cámara de gas. Allí en aquel descampado empezaron a sentir pánico y horror, se miraban unos a otros, preguntándose, ¿Por qué habían sido elegidos?, ¿no eran aptos para el trabajo? , ¿No servían para nada? o ¿solamente era mujeres y niños indefensos?
¡Qué HORROR!

Alejandra Vega Rodríguez 4º ESO

Uno de los peores días de mi vida

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/april/08.asp

Cuando me llevaron a aquel campo de concentración no sabia bien lo que iba a pasar, seguramente no era nada bueno ya que nunca nos trataban bien aquellos señores.
Cuando nos bajaron de los camiones yo solo pude ver a gente desesperada porque las habían separado de sus familias, también veía como aquellos señores maltrataban a todas las personas, yo tenía miedo no quería estar en ese lugar.
No entendía por qué aquellos señores nos tenían tanta manía, si nosotros somos personas igual que ellos y deberíamos tener todos los mismos derechos, aunque eso no fuera así.
Yo estaba sola, no tenía a nadie de mi familia porque nos habían separado, no sabía que hacer... estaba desesperada, quería morirme para que esta pesadilla pasara.
Fue uno de los peores días de mi corta vida.
Andrea Blanco Alonso 4º ESO

Nuestra sinagoga está ardiendo...

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/november/04.asp

Nuestra sinagoga está ardiendo, es la terrible noche de los “cristales rotos”, han roto los cristales de todos nuestros negocios, las escuelas, nuestras sinagogas… estamos desesperados, no sabemos que hacer...
Pero decidimos ir al lugar que creemos que nos sentiremos más protegidos, pero no, ya han roto los cristales, estamos desesperados, los nazis han acabado con lo que más queríamos, han destrozado familias, viviendas…
Poco a poco nos iban matando, llegando a tal punto en el que nosotros mismo lo hacíamos para no sufrir más y no ir a los campos de exterminio ,   es muy duro ver a tus seres queridos quemarse, morirse…
Hoy en día tengo la suerte de poder contarles a mis nietos , hijos , vecinos y amigos , todo lo que fue aquello , lo mal que lo pasé , lo mucho que sufrí , lo mucho que tuve que luchar para poder sobrevivir , esos recuerdos que noche a noche me persiguen al acostarme y que sólo al levantarme puedo ver que sólo a sido un sueño , nada más que eso , que todo ya ha pasado , que no voy a sufrir más , que las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana y por eso , se ha de vivir cada día como si fuese el último , rodeado de tus amigos , familiares y seres queridos .
Es muy triste pensar en las pocas personas que podemos contar todo esto , en esas que luchamos y conseguimos sobrevivir , de una manera u otra , pero lo conseguimos , lo logramos y estoy muy contento , las penas y las tragedias vividas en aquel entonces , ya pasaron a otro plano , aunque nunca las olvidaré , ahora he de estar feliz , y luchar por la vida .
Lidia Villar Carro 4º ESO

Ese día...

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/february/03.asp

El día 8 de Septiembre de 1939 empezó la terrible pesadilla para muchos judíos, ese día empezaron las persecuciones y los decretos hostiles hacia los judíos. Estas personas habían sido reunidas junto con hebreos y otros refugiados de ciudades en una especie de barrio para ellos. Un día fueron reunidos todos ellos en una plaza con maletas en las cuales llevaban ropas y un poco de comida, en ese momento todos estaban aterrorizados, ya que allí mismo a los enfermos y débiles se les fusilaba. Los deportados fueron llevados al gueto de Varsovia y convertidos en refugiados del seno de una población en la que ya abundaba el hambre, las enfermedades y la pobreza. Centenares de los refugiados murieron en el gueto de Varsovia durante el año 1941.Aquellas personas que no murieron de inanición o por causa de las epidemias fueron enviados al campo de exterminio de Treblinka durante la gran deportación del gueto en el verano de 1942, ese día comenzaba una nueva pesadilla para muchas personas.

Paula Sal Rodríguez 3 ESO.

¿Por qué yo?

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/july/07.asp

El 22 de junio de 1941 llegaron a Vinnitsa, Ucrania, donde yo vivía, las Waffen SS. Las Waffen SS eran el cuerpo de combate de élite de las Schutzstaffel (más conocidas como las SS, o escuadras de protección).
Cuando las Waffen SS llegaron a Vinnitsa nos reunieron a todos los judíos y nos llevaron al bosque donde cavaron una fosa común y nos empezaron a fusilar. Mientras me llegaba el momento solo podía rezar ,pero cada vez me asustaba más al ver los cadáveres amontonados en la fosa. Cuando me iban a fusilar y estaba sentado en el borde de la fosa, sólo me podía preguntar ¿Por qué nosotros? ¿Por qué yo?
Belén Menéndez González 3º ESO

Cerré los ojos y...

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/may/06.asp
El nueve de Mayo de 1942 fuimos llamados por guardias del ejército Nazi, entraban en nuestras casas nos mandaban coger lo básico, sin saber adonde íbamos con la esperanza de que no pasara nada y que todo aquello terminara ya, esperando en aquellas largas colas pensando en todos los buenos momentos de la vida y preguntándonos  por qué a nosotros, ¿no somos personas como ellos?. Una vez nos llegara nuestro turno nos pedían nuestros nombres y nos mandaban subir al tren, en aquellos vagones que eran oscuros con gran suciedad. Tras un largo viaje llegamos a nuestro destino,  nos mandaron bajar había unos guardias que nos llevaron a un sitio en el que nos íbamos a duchar nos quitamos las ropa y entramos, allí dentro todo estaba oscuro no se veía nada de repente se abrió un ventana encima de nosotros y empezó a caer una cosa muy extraña entonces cerré los ojos y…

Elena Suárez Ferreira 3º ESO

¿Qué debía hacer?

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/november/09.asp

Aquella  mañana del 27 de noviembre de 1941, había cumplido 10 años, mi madre me había hecho un regalo muy bonito y se lo agradecí, pero me asomé por la ventana de mi casa y vi como los nazis estaban llevándose a la gente del pueblo para llevárselos a otro lugar, cuando de repente escuché los gritos de mi madre ya que un grupo de nazis había entrado en nuestra casa. Rápidamente mi madre fue a por mí y me escondió en el baño para que no me llevaran. Al pasar unos minutos decidí salir de mi escondite y pensé que nunca mas volvería a ver a mi madre por lo que me puse muy triste, pero pensé que aunque me quedara encerrado en casa las cosas no cambiarían y pronto vendrían a por mí, por lo que decidí ir en busca de mi madre.
Tras caminar un rato vi a lo lejos como los nazis se preparaban para llevar a los judíos en un tren, pero debía seguir buscando. Al acercarme al tren un grupo de nazis me vio, venían a por mí, ¿qué debía hacer? era subir al tren o dejarme atrapar por los nazis, decidí subirme y allí estaba mi madre, preocupada y asustada, al verme se alegró mucho, pero a la vez se enfadó por verme allí y por a ver salido del escondite ya que estaba condenado al sufrimiento y a la segura muerte que me esperaba en el final del recorrido del tren.
Enrique Martínez Rodríguez 3º ESO

Conseguimos escapar del infierno

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/november/09.asp

Aquel 27 de Noviembre de 1941, nos deportaron a los judíos de Wuerzburg a un campo de concentración en Nuremberg, Langwasser y de allí a Riga, Letonia. El traslado fue muy duro, nos trataban fatal. En los vagones de tren hacía mucho frío, así que todos nos juntábamos en una esquina y nos abrazábamos para entrar en calor.
Algunos trataban de escaparse, pero aún así no lo conseguían, y se arriesgaban a que los mataran. No teníamos ni  idea de adonde nos llevaban.

Al llegar al campo de concentración, nos separaron en grupos, los hombres para un lado y las mujeres por otro, los niños pequeños se iban con los hombres y las niñas pequeñas con las mujeres. A las mujeres embarazadas las mataban, porque no rendían tanto como las otras. La comida allí, era escasa, casi no nos daban nada, pero sobrevivíamos. Se suponía que allí nuestra vida sería mejor y que tendríamos trabajo, o al menos eso nos prometieron, pero todo fue una mentira para deshacerse de nosotros.
   

 Una judía que ocultaba su embarazo y yo decidimos fugarnos, y aunque las otras personas que lo intentaron, no tuvieron éxito, ella y yo sí lo tuvimos, conseguimos escapar de ese infierno, y contarle al mundo entero nuestra historia.

Amanda Rodríguez Alonso 3º ESO

Yo me preguntaba...

 http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/november/11.asp
Aquel día del mes de Noviembre yo me preguntaba dónde iban todas esas personas con sus escoltas armados con armas de fuego también me preguntaba por qué se dirijan para el norte donde estaban esos campos cerrados por altas verjas electrocutadas con un  alambre en lo alto. Yo me dirigía a la sinagoga de Siegen – Alemania- la verdad es que me quedaban días de viaje debido a que estaba en Bélgica no me gustaría pasar por el mal trago que estaba pasando esos pobre judíos sin razón alguna, bueno, yo como soy cristiano, pero no practicante, prefería no saber nada de eso. Desde luego esos nazis no tienen derecho a eliminar a todos esos pobres judíos. Sin duda alguna yo creo que los nazis tenían una enfermedad grave o una obsesión. No recuerdo mucho de ese día pero hacía mucho frío y estaba empezando a nevar. Bueno, yo seguí mi camino hasta que tres días después llegue a  Alemania y me encontré todos los edificios destruidos y la gente llorando sin saber donde ir. Me acuerdo que había un niño preguntando por su mamá y un camión ardiendo, pero yo no me creía lo que estaba viviendo… Al final llegué a la sinagoga, que también estaba ardiendo.
Marcos Flórez Sal 3º ESO

Chelmo

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/august/13.asp
Era Enero de 1942, hace mucho frío. Miles de nosotros fuimos deportados hacia Chelmno.  Nosotros viajamos en tren durante varios días, y sus correspondientes noches. Cada vagón lo abarrotaban muchas personas tumbadas encima de su equipaje. Si nosotros supiéramos adonde nos dirigíamos seria un verdadero caos. Si oyéramos el sonido de Chelmno nos sentiríamos paralizados, horrorizados, ese nombre evocaría las más terribles atrocidades: Cámaras de gas, hornos crematorios y el exterminio. Todos creeríamos que nuestro destino sería una fábrica de municiones o un campo de trabajo, donde, simplemente, se nos obligaría a trabajos forzados. Pensamos que si trabajábamos duro volveríamos  a vivir una vida normal, pero por desgracia no fue así. La mayoría fueron directos a la cámara de gas, pero algunos sobrevivimos “milagrosamente”, realizando alguna tarea en el campo de exterminio, pero al final no nos pudieron salvar.

Omar González Marentes – 3º ESO

Que nunca más ocurra nada parecido

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/may/10.asp
Después de un mes de combates contra los alemanes, ya estábamos cansados, los pocos que quedábamos, teníamos mucha hambre, pero debíamos seguir combatiendo por la libertad de nuestro pueblo, la injusticia que nos estaba ocurriendo por el simple hecho de ser judío. Ya sabíamos que no aguantaríamos muchos días más, pero había que resistir, no se como la mente humana puede llegar a ser tan perversa, no lo entiendo. El 16 de mayo no pudimos resistir más, había llegado nuestra hora, espero que en un futuro no muy lejano la gente reflexione sobre la barbaridad que realizó el imperio nazi y que nunca más ocurra nada parecido.

Samuel Cerredo de la Fuente 3º ESO

Fuego en la sinagoga

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/november/04.asp    
 En esta época  los nazis desatados de ataques de locura  tuvieron la pésima idea de exterminar a los judíos quemándolos  en las sinagogas como  animales. ¿Como se les ocurrirían estas ideas  tan inhumanas….?
Iván Ordoñez Diaz 3º ESO

Los habitantes de este mundo no queremos que halla personas que no acepten a los demás.


Es triste que a las personas no se traten a todas por igual, que halla personas que juzguen a los demás por lo que creen, ser de otra raza o solamente de otra religión y decir que son diferentes, pero todos somos iguales tenemos los mismos derechos no debemos hacer que los demás se sientan mal y hacer que dejen de luchar por lo que  creen y por lo que son.

Todos somos iguales y debemos tratarnos como tal.
En esos lugares donde  las personas no permiten que vayan esas otras que dicen no ser como ellos no se para a pensar en el dolor que pueden sentir las personas  rechazadas y que no puedan estar donde quieran, es triste, somos libres y nos tenemos que respetar y tratarnos a todos por igual.

LUCIA 3º ESO

COMO MUEREN LAS HORMIGAS

 http://www1.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/03/daily_life_gallery.asp

Estábamos temblando de frío, aunque mi taza contenía un líquido caliente que supuse que era agua. La ropa que mi madre nos dejó cuando nos trajo mientras dormíamos en la acera apenas abrigaba, y el gorro estaba hecho jirones. Mi hermana lloraba en silencio y yo me quedé sentado en el suelo, mirando atentamente a las personas que pasaban, para ver si se daban cuenta de nuestra situación. Pero eso sólo servía para estar allí más tiempo. Nadie en Varsovia en nuestros tiempos se para a preguntar a dos niños en la acera si necesitan ayuda. Nadie se preocupa por nosotros, porque saben que hay un montón de niños más en nuestra situación, abandonados por sus padres que no pueden con la economía familiar. Así que cogí a mi hermana del la mano y comenzamos a deambular por la ciudad.

Varsovia era una ciudad ajetreada, la gente iba de acá para allá en el mercado. El mercado era un lugar perfecto para conseguir algo de dinero. A pesar de mi corta edad me ofrecí en varios comercios como ayudante, me cogieron en un pequeño puesto de verduras. La variedad no era muy escasa, la verdad, había coles, rábanos y remolachas, nada del otro mundo. Me dio un cesto y me dijo que al final de la jornada le llevara las ganancias. Y allá fui, por las calles con un cesto de hortalizas, con mi hermana cogida de la mano. No se vendían muy bien, pero al final del día quedaron tres coles y dos remolachas. Volví de la venta con un saquito lleno de monedas, y de todas aquellas me quedé con unas diez, lo justo para comprar algo para cenar mi hermana y yo.

Pasaban los días, y yo seguía vendiendo verduras, pero cada vez me daban menos monedas, y mi hermana cayó enferma. Le di mi propia comida, le proporcioné agua y le dejé mi parte de periódico sobre el que dormía, pero no mejoraba. Al cabo de una semana, cuando fui a despertarla, no me respondió. La agité y comencé a llorar, porque ya sabía lo que le había pasado. ¿Y qué hacía yo ahora con ella? Me encaminé con ella envuelta en una sábana a una montaña cercana en la que solíamos jugar cuando vivíamos con nuestros padres. Cavé un hoyo todo lo profundo que me permitieron mis brazos, y la enterré allí. Estaba ya caminando por el sendero cuando, de repente, oí un sonido muy fuerte. No venía de muy lejos, así que fui escondido por los arbustos hasta que oí que el ruido aumentaba. Tras un rato allí, comenzaron a sonar gritos suplicando piedad, y otra vez el sonido fuerte. Estaban fusilando a unos hombres que según decían no habían hecho nada. Tenía que hacer algo, no podía quedarme con los brazos cruzados.

Me fié de lo afilada que estuviera mi navaja y salí a todo correr de mi escondrijo, sigilosamente. Los hombres  que mataban no se dieron cuenta, y por suerte yo estaba a su espalda. Caminé de puntillas detrás los hombres y me abalancé sobre uno de ellos, y le clavé la navaja en el cuello. Pronto brotó un chorro de sangre, lo había matado. El otro se dio cuenta de que yo andaba por allí, y me apuntó con su arma. Entonces, los tres hombres que aún no habían muerto atacaron por detrás a mi agresor. Comenzaron a pegarle, y le dejaron inconsciente. Era el momento de huir, y de no dejar pistas por la cuenta que nos traía a los cuatro. Me llevaron a una cueva y me agradecieron una y mil veces que les hubiese salvado la vida, aunque si lo miramos bien, no me debían nada, ellos también me habían salvado la vida. Ahora no nos podíamos dejar ver por las calles de Varsovia, si veían a los hombres los identificaría alguno de los que mataban, y si me veían con ellos automáticamente sería fusilado. Así que nos fuimos de la ciudad. Fuimos de aquí a allí por Polonia, con un destino incierto, sin saber exactamente dónde íbamos, pero seguros de que si nos dejábamos ver, moriríamos como mueren las hormigas cuando las quemas como una lupa: dolorosamente.


ROSALIA 3º ESO

EL ÚLTIMO "PARA SIEMPRE"

http://www1.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/05/deportation_gallery.asp
            
     Julia era una mujer de 36 años , tenía dos hijas una de tres y otra de cinco años . Su marido era zapatero y tenía un pequeño despacho en el bajo de su casa , ella era ama de casa como las demás mujeres de esa época. Era una familia judía .
Una oscura noche , mientras cenaban , los nazis golpearon la puerta de su casa y los cogieron a todos menos a la pequeña Rosalie de cinco años que se encontraba en la cama. Los  llevaron a un recinto cerrado en el que se encontraban más judios. La mañana siguiente  Rosalie se despertó y fué a la cocina , en la que normalmente solian estar sus padres , al no ver a nadie comenzó a llorar desesperadamente hasta que llegó una vecina.
La vecina que ya sabía lo que había ocurrido le dijo : -Pequeña , no te preocupes , tu familia se ha ido de viaje , pero tú te quedarás aqui conmigo durante un tiempo.
A la vecina le parecía muy dificil explicarle a una niña la situacón. Entonces al cabo de unos dias la niña le volvió a preguntar y ella se lo explico con un cuento que decía así :
    En un lindo bosque convivian animales de distintas razas y tamaños , pero había unos malvados lobos , que se querian apoderar de él y se comian a todos los que no eran como ellos . Los lobos representaban a los nazis y los demás animales a los judíos.
La niña con los ojos empapados en lagrimas dijo : -¿Quieres decir que no volvere a ver a papá y mamá?
La vecina le dijo que si realmente los quería ver por última vez fuera con ella . Llegaron a un pequeño recinto vallado lleno de multituda de personas . Rosalie lloraba al ver esa desagradable situación en la que se despedían unos de otros. Desde los brazos de la vecina la niña reconoció de inmediato a su madre y hermana pequeña , estas estaban llorando . A su padre ya se lo habían llebado con mucha otra gente a los campos de concentración.
Rosalie grito : - ¡ mamá ! . En ese mismo instante los nazis la cogieron a ella y a la vecina y los enviaron directamente a los campos de concentración , a la niña por se hija de judíos y a la vecina por haberselo ocultado. Julia acabó tirada en el poco sitio que tenía en el suelo llorando .

VICTOR LICENCIN NUÑEZ

Pobres idiotas

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/december/06.asp

¡Pobres idiotas! aunque nos estéis fotografiando a nosotras antes de morir en el fondo sois vosotros los que estáis quedando retratados. Algún día esta foto dará la podrá ver el mundo entero y será la prueba inexcusable de lo "borregos" que habéis sido siguiendo como si fueseis una manada irracional a vuestro jefe.
Cualquiera de nosotras podríamos ser vuestra madre, vuestra hermana, vuestra abuela...
Pero es igual, no podéis pensar, sólo cumplir órdenes.

MARTA RODRÍGUEZ GARCÍA 3º ESO

Trabajo esclavo

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/october/08.asp
Soy un vecino de Hanau, Alemania. Nuestro líder, Hitler obligó a los judíos a realizar trabajos forzados en la zona. Todas las mañanas los veía desde mi ventana, realizando trabajos forzados, yo muchos días iba hacia el campo y les llevaba comida y bebida para que no se murieran de hambre y de sed, pero yo también me tenía que poner a  peligro, porque si me veían los Nazis me fusilaban, pero merecía la pena hacer todo lo posible por  aquellas pobres personas que se estaban muriéndose de hambre, sed, pena…
Yo tenía un amigo judío, que también se encontraba allí en ese momento, que con mucha suerte que tuvimos conseguimos sacar de allí. 
RUBÉN FERNÁNDEZ MÉNDEZ 3º ESO

Holocausto


Me parece que los alemanes se volvieron locos para matar a tantas personas y las personas que sobrevivieron fue por casualidad, porque podían matarlas también. A mí no me gustaría ser uno de ellos porque lo debieron pasar muy mal.
Óscar Cereigido Méndez 3º ESO

Después de un viaje terrible...

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/may/12.asp
Después de un viaje terrible, esperando a ser gaseados en un bosque solamente por ser considerados como "no aptos" para trabajar.
Me parece muy triste que con tan pocos años estos niños estén condenados a morir,el holocausto fue la mayor desgracia que pasó y creo que cada una de las personas deberíamos de poner algo para intentar que nada de esto vuelva a suceder.
Laura Fernández Méndez 3º ESO

Aquello no era vivir

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/april/14.asp

Aquello no era vivir, familias enteras éramos llevadas a campos de concentración. Niños pequeños, personas mayores todos nosotros éramos tratados como si no fuéramos personas, y la pregunta era, ¿nosotros nos merecíamos realmente aquello? Sólo por ser judío, ¿teníamos que vivir en unas condiciones de vida como esas? Todo el día trabajando sin descanso para que al final del día tan solo nos daban un pequeño cuenco con muy poca comida, la ropa era escasa, algunos trapos por encima para cubrir nuestros cuerpos desnudos y en los huesos.
Una bandera roja con un símbolo negro que ellos llamaban "nazi" ondeaba sin descanso. Cientos de personas desaparecían día a día sin saber a dónde iban a parar. Decían que los llevaban a las duchas para poder bañarnos, pero nadie volvía de esas supuestas "duchas". Muchos de nosotros moríamos por falta de higiene, comida y por el horrible frío que hacía. Seguramente nadie sabía lo que pasaba allí dentro, hasta que se veían en esa situación. Dormíamos en literas de tres en tres, incluso a veces cuatro. La gente no entendía por qué teníamos que estar pasando por eso, eran personas como otras, solo por ser de otra religión tenían que vivir así...
Al final algunos de nosotros logramos sobrevivir a aquellas torturas, y vivimos para contarlo.
Sheila Pérez Villanueva 3º ESO

En recuerdo de Marina

http://www1.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/01/intro_gallery.asp
Marina Smargonski, hija de un matrimonio llamado Nahum y Anna tuvo la desgracia de no poder sobrevivir durante la guerra. Con tan solo 3 años perdió la vida no pudiendo disfrutar de lo que disfrutaría cualquier niño. Al poco su padre también perdió la vida en un campo de concentración.
Su madre tras el dolor de perder a su hija y su marido le quedaría una foto de recuerdo de su hija pequeña Marina.
ANA LÓPEZ RON 3º ESO

¿Qué tendrán contra nosotros?

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/november/09.asp
No sabíamos a donde nos llevaban, solo sabíamos que no seria algo bueno.
Hacia mucho calor, llevábamos muchas capas de ropa, el vagón olía mal, algunos se  desmayaban por el calor sofocante. Se  acercó un hombre vestido con un traje, nos empezaron a separar … Es ahí donde nos dimos cuenta que nuestras vidas se acabarían muy pronto. ¿Que tendrían ellos en contra de nosotros?…
Jéssica Lamadrid Gallego 4º ESO

Trabajos forzados

http://www1.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/06/camps_gallery.asp
Estaban  trabajando en Ravensbrueck, Alemania, en esas condiciones infrahumanas, sabiendo que sus seres queridos habían muerto ya, y que ellos  poco antes o un poco después también iban  a morir. Les hacían trabajar muy duro y durante todo el día  y casi no les daban comida, los maltrataban como si no fueran personas iguales que ellos y cuando ya no trabajaban como tenían que hacerlo porque ya no tenían fuerzas los mataban.
David Uría Fernández 4º ESO

Nunca olvidaré

http://www1.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/10/remaining_ghettos_gallery.asp
En esta foto yo acababa de salir de un campo de concentración en el que las condiciones son de las peores con las que te puedes encontrar en la vida, hambre, mucho trabajo, suciedad, frío… yo las supere pero me costó y un día la luz llego y con ella mi liberación del ese campo al que tanto odio le tengo. Como se aprecia en la foto yo estaba -muy débil pero sobreviví, cuando nos liberaron de ese campo todos nos abrazamos y nos pusimos muy contentos, pero también recordamos a las personas que se quedaron en el camino, es decir, que no sobrevivieron  y a las que no tuvieron ese reto porque las mataron los soldados, desde este día emprendí una vida, una vida con mejores condiciones y mucha alegría, pero nunca me olvidaré de  esos días tan horribles en ese campo.
Óscar Álvarez Méndez 4º ESO

Nos fusilaron

http://www1.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/04/romania_gallery.asp
Nos  llevaron  en  tren  en mi país,  Rumania,  en  ese  tren  íbamos un  montón de  personas   juntas,  pasando  frio,  sed y hambre, pero  nos  engañaron  diciéndonos  que nos iban a dar una mejor vida, que iríamos a un lugar mejor. Pero  nosotros  no  sabíamos  que  nos  iban  a fusilar.  Nos bajamos  del  tren, estábamos todos cansados  y   asustados por  ver  a  tantos  soldados. Nos  cogieron  a  todos,  nos  pusieron  en  fila  y  empezaron  a disparar  hasta   que  murieron  casi todos  sin  quedar  casi ningún superviviente. Algunos pudimos salir  entre  los  cuerpos  porque  nos  hicimos  los  muertos,  pedíamos  ayuda  pero  nadie  nos  ayudó . Nos sentimos solos, pero sobrevivimos.
Francisco José Díaz Barrero 4º ESO

Con hambre

http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/april/14.asp
Un día, estábamos sentados unos amigos y yo en la calle, sin apenas ropa, con hambre, y sed, cuando un hombre, vestido de traje, nos dijo que podíamos trabajar en una planta de munición, a cambio de comida y agua. Nosotros, aceptamos sin ningún tipo de duda, y ya al día siguiente, fuimos a la planta de munición, y como nosotros, muchos mas hombres esperaban que la gran puerta de la planta se abriese. Tras unos minutos, la puerta comenzó a abrirse y todos quedamos sorprendidos, esperando a ver lo que se escondía detrás de aquella puerta. Aquel hombre, estaba allí dentro, y nos fue distribuyendo por las distintas partes de la planta. Todos empezamos a trabajar, tras una serie de explicaciones. Las puertas de la planta se cerraron y aquel hombre apareció riéndose, con cara de malvado. Nos dijo que íbamos a trabajar para el gratis, es decir, no iban a recibir nada a cambio .Todos  comenzamos a llorar, suplicándole que nos abriera aquella gran puerta. Ni los lloros ni las suplicas sirvieron de nada, un montón de gente, salió de una sala con unos látigos, y aquella persona que no trabajase le daban un par de latigazos, o lo mataban. Tras unos meses de trabajo un tren nos recogió, y nos metieron en un campo de concentración, allí estuvimos tres días, y conseguimos escapar.
Christian Barrero Rodríguez 4º ESO

Ellos también sienten


    Hoy, como todos los días, nos han llamado a todos, sin falta… aún no sabemos el por qué de todo esto, solo sabemos que todos estamos aquí, encerrados, trabajando, sin poder salir de aquí.

    Sentimos que nuestra alma está encerrada, que no tenemos nada, que no somos personas aquí dentro, nos tratan como escoria, no existimos para ellos, para ellos solo somos un estorbo, solo servimos para trabajar, ya ha muerto mi mujer, me han dicho que le dio un golpe de calor, aunque normalmente, los golpes de calor no dejan huellas de balas (He visto su cuerpo inerte).

    Mi hijo me dice que todas las noches ve salir un camión con cuerpos… lo que está pasando aquí no es humano, no se cuánto duraremos en este infierno, trabajamos como esclavos, estoy débil, no tenemos alimentos ni agua… Sé que no me queda tiempo, moriré de un día a otro, pero me da igual, es preferible a estar aquí, solo Dios podría sacarnos de aquí, hoy, han matado a una amiga mía por simplemente tener una foto de su difunto marido… a la cual le lloraba, y repetía constantemente, “iré contigo, pronto iré allí”, sus plegarias fueron concedidas.


    Su muerte ha sido inhumana, han “jugado” con ella hasta matarla por congelación; han hecho un experimento… querían probar cuanto tarda el cuerpo humano en sobrevivir expuesto a humedad y frío extremo, les parecía gracioso observar la muerte de un ser humano… o bueno, como ya dije, somos escoria, gente repugnante que solo sirve para trabajar como perros y para morir aun peor que ellos.
 


Daniel Fernández Galán


Durante aquellos tiempos tan duros lo único que importaba era salvar la vida, cosa muy difícil para muchos millones de personas. La gente, al ser obligada a abandonar  su casa de toda la vida, se iba con el miedo y con casi la plena seguridad de que jamás volverían; que la gente que estaba por encima de ellos les haría sufrir lo insufrible y que padecerían hasta el final de sus días.

María Fernández Villar- 3º B


Cada vez que me acuerdo del sufrimiento de miles y millones de personas; y en especial de este niño, al que mataron con apenas cuatro años delante de mí, y que les daba igual lo que fuese o lo que sufriese con tal de acabar con su vida no me lo puedo creer. Y es que, en el pensamiento que tengo yo como persona, no acabo de encontrar la manera y la forma de entender  por que aquellas personas querían acabar con la vida de estos seres indefensos mediante tales atrocidades. Cualquier persona se merece vivir una larga vida llena de felicidad y buenos momentos, y este niño no lo consiguió.

Jenifer Cancelos Fernández  3ºESO


Esta foto resume el origen del holocausto, el odio que tenían los alemanes a los judíos, únicamente por tener
distinta religión y distintas costumbres. No solo los humillaban, si no que los retenían, los separaban de las familias, les hacían pasar hambre y por último los mataban. Esto ocurrió por las ideas de unas cuantas personas, que impulsadas por el poder, pensaban que podían hacer lo que quisieran. Espero que estas imágenes no se vuelvan a repetir.

Raúl González Reigada 3º ESO


En estos niños se ve el sufrimiento y el miedo a su muerte, estos niños tuvieron suerte al ser liberados pero…… ¿y los otros? Muchos niños fueron ejecutados por diversión o por las ansias locas de ver matar a un niño inocente.
Esto pasó una sola vez y nadie quiere pasar por lo que estos niños y no solo niños: hombres, mujeres, ancianos… que tuvieron que ver como familiares, amigos, fueron asesinados a sangre fría.

José Antonio Cascudo González 3ºA


Somos 13.000 judíos asesinados por militares y policías. ¿Por qué? ¿Por ser judío? Cuánto racismo oculta la gente 2.430 y 2.590 judíos fuimos deportados a Calarasi y más 1.400 judíos  fallecieron durante el trayecto. Golpes, calor, sin comer ni beber. Cuando nos deportaron a Calarasi estábamos  como no… siempre vigilados por alemanes. ¿Por qué nos tenían tanto odio? ¿Se creían ellos los mejores?, no sé  si por matar a gente inocente ellos se alegraban o no... Pero  hoy todos los que estamos aquí, todos los supervivientes estamos agonizando por las vidas que se cobraron. Familias destruidas por el dolor de una muerte injusta. No tenemos muy buena ropa,  y además caminamos descalzos por el suelo… ¿Esto es vida? Me pregunto yo... claramente no... Separan a las mujeres de sus hijos y de su familia. ¿Qué harían ustedes si están en mi  lugar?


Mirella  Rodríguez Gamonal 3º ESO