En un momento de rabia, dolor, pena...aparecí yo: Hershel Wright; un soldado que lo único que quiero es ayudar a la gente de los campos de concentración que lo pasan tan mal. Doy unos pasos, llego a donde un grupo de personas y lo que estoy viendo son caras de 'felicidad' porque ven que en mis manos hay algo más que una simple sopa. Las caras me dan alegría pero en mi corazón no puedo evitar una profunda pena por las miles de personas que hay en este campo porque miro a mi alrededor y lo único que veo es sufrimiento y más sufrimiento, pena y mucha más pena...y una esperanza que con los días se agota. Sé que es difícil ayudar a todas las personas que hay aquí (aunque es mi mejor deseo en estos momentos); pero lo intento. Intento levantarme cada mañana bien temprano pensando en el día de ayer, un día en el que ayudé a algunas de esas personas, y me levanto hoy, cargando comida y sabiendo que otro día más ayudo a esa gente; gente que quizás un día salgan vivos de allí y entonces será cuando tenga el gusto de decir que yo aporté mi granito de arena para que eso se haga realidad.
LORENA DÍAZ FERNÁNDEZ 3º ESO
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