Aquella mañana del 27 de noviembre de 1941, había cumplido 10 años, mi madre me había hecho un regalo muy bonito y se lo agradecí, pero me asomé por la ventana de mi casa y vi como los nazis estaban llevándose a la gente del pueblo para llevárselos a otro lugar, cuando de repente escuché los gritos de mi madre ya que un grupo de nazis había entrado en nuestra casa. Rápidamente mi madre fue a por mí y me escondió en el baño para que no me llevaran. Al pasar unos minutos decidí salir de mi escondite y pensé que nunca mas volvería a ver a mi madre por lo que me puse muy triste, pero pensé que aunque me quedara encerrado en casa las cosas no cambiarían y pronto vendrían a por mí, por lo que decidí ir en busca de mi madre.
Tras caminar un rato vi a lo lejos como los nazis se preparaban para llevar a los judíos en un tren, pero debía seguir buscando. Al acercarme al tren un grupo de nazis me vio, venían a por mí, ¿qué debía hacer? era subir al tren o dejarme atrapar por los nazis, decidí subirme y allí estaba mi madre, preocupada y asustada, al verme se alegró mucho, pero a la vez se enfadó por verme allí y por a ver salido del escondite ya que estaba condenado al sufrimiento y a la segura muerte que me esperaba en el final del recorrido del tren.
Enrique Martínez Rodríguez 3º ESO
Tras caminar un rato vi a lo lejos como los nazis se preparaban para llevar a los judíos en un tren, pero debía seguir buscando. Al acercarme al tren un grupo de nazis me vio, venían a por mí, ¿qué debía hacer? era subir al tren o dejarme atrapar por los nazis, decidí subirme y allí estaba mi madre, preocupada y asustada, al verme se alegró mucho, pero a la vez se enfadó por verme allí y por a ver salido del escondite ya que estaba condenado al sufrimiento y a la segura muerte que me esperaba en el final del recorrido del tren.
Enrique Martínez Rodríguez 3º ESO
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