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Cuando miro al futuro solo veo una extensa capa de niebla que se cierne sobre mis ojos, pero cuando miro al pasado veo el principio de una historia que ha comenzado, no importa lo profundos que esten mis recuerdos porque siempre acabo viendolos, siempre acabo recordando tal y como ocurren las cosas.
Hoy es tiempo de mirar atrás, de hacer un stop en esta película a la que de vez en cuando hacemos llamar vida. Hoy miro en el baúl de los recuerdos y veo todas y cada unas de las cartas y las fotos que un dia formaron una gran historia.
Mi historia comienza aquí, atrapada en un pozo sin fondo, en el que, aunque grite hasta quedarme afónica, nadie me escucha. Solo se oyen ruidos por las noches. Casi dormida y con lágrimas en los ojos miro a todas estas personas que, como yo, también quieren gritar que son prisioneras inocentes. Quizás hoy mi voz sea débil por el cansancio y el hambre, pero sé y tengo la esperanza de que un dia nuestras voces se junten y se oigan más allá de las murallas de este campo de concentración.
Fátima Martínez González
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