jueves, 26 de enero de 2012

El bosquecillo

Fuente: http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/may/12.asp


    Hola,
    Me llamo Danna y soy una de las miles de personas que pasamos por el bosquecillo, sitio en el que no sabia muy bien lo que iba a pasar después.Solo veía llegar a gente y mas gente, personas ancianas, niños...Pero por más que miraba,  mi madre nunca apareció, así que lo único que podía hacer era pensar, pensar en porque teníamos que montarnos en esos trenes en los que hacía tanto calor, sin agua, sin comer...
   
    Aunque pensándolo mejor es mucho mejor estar ahí que a donde nos llevaron después.Me entran escalofríos cada vez que recuerdo todo y las piernas no me paran de temblar cuando esas imágenes vuelven a mi cabeza, son cosas de las que nunca me voy a poder olvidar.
   
    Lo recordaré cada mañana cuando me vista y vea el número grabado con fuego que nos identificaba en mi brazo,cada vez que vea una bicicleta y recuerde que no podíamos montarnos en ellas por el simple hecho de ser judíos, cada vez que vaya a la compra y recuerde que solo podíamos hacerla de 3 a 5 de la tarde, cada vez que vea a alguien hacer deporte y recuerde que nosotros lo teníamos prohibido, cada vez que vea a alguien estar en su jardín a las 8 de la tarde, cosa que era imposible para nosotros, cada vez que haga algo, porque pocas era las cosas que nos estaba permitido hacer.

    Y por mucho tiempo que pase seguiré sin encontrar una razón por la cual a todos nos esperaba ese destino, por qué aquellos señores bien vestidos con armas y perros no venían con nosotros, por qué los niños alemanes de mi clase no subieron a ese tren con nosotros, por qué a nadie le importo a dónde nos llevaran y lo que hicieran con nosotros. Por muchos años que pasen, nadie encontrará una explicación para todo esto...


Andrea Díaz Díaz

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