Frio, suciedad, asco: eso es lo que solía ver en las barracas y todo el campo de concentración .Yo me encuentro en Gusen. Hace unos meses me encontraba en otro campo, ya perdí la cuenta.
Todo empezó cuando hace meses los nazis tomaron la ciudad: alboroto, gritos, disparos, heridos... eso era lo que se oía. Yo corrí, apenas me dio tiempo de llevarme nada conmigo. Me cogieron y me llevaron al tren. Cientos de personas en el vagón, hacia frío y no probábamos bocado. Algunas de las personas que se encontraban en el vagón llegaban a morir por frío o simplemente por el número de personas que había y eso creaba mal olor. Allí pasábamos días o semanas hasta llegar al destino.
Llegamos. Allí nos hicieron quitarnos todo, como los calcetines, gorras, abrigos, pantalones, también fotos…Gritando con la lengua alemana nos dividieron; los niños a un lado, los hombres a otro, y las mujeres igual. Las mujeres lloraban, se negaban a dejarlos marchar. Se los llevaban en camiones. A los demás nos llevaban por separado a las barracas, allí había muchas literas de tres sin ropa de cama, solamente de madera donde las necesidades caían según la necesidad de la persona. Todas dormíamos allí. Se está acercando la noche y los SS pasaran por las barracas, intentaré dormir y mañana seguiré la misma rutina.
Alexandra Abt
Leticia Méndez Peláez
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