Fuente: http://www1.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/this_month/november/09.asp |
Wuerzburg (Alemania) 27 de noviembre de 1941.
Mi nombre es Samuel Akinin Levy y soy un superviviente del holocausto nazi.
Por aquellos tiempos no sabíamos lo que nos iba a suceder a gran parte de nosotros, judíos que cada vez que subíamos a un tren de esos significaba libertad pero en realidad era todo lo contrario a ese derecho que todos nos merecemos.
Recuerdo ese noviembre como si fuera hoy,ese frio en los vagones con toda la gente apelotonada intentando darse calor unos a otros, esa nieve que no cesaba de caer y todo el mundo con una esperanza, la libertad.
Lo único que nos mantenía vivos era la palabra libertad y que cuando ese tren se parara en la estación todos nosotros seriamos libres.
Que ilusos éramos.
La palabra libertad, pienso en ella y caen las lágrimas por los pómulos de mi cara.
Esa palabra que cuesta tan poco pronunciar y a su vez... Lo que cuesta aplicarla .
Fui reclutado por los nazis pero conseguí sobrevivir y ahora pienso en todos aquellos que han muerto en unas condiciones extremas y antihumanas y me pregunto: ¿Si llego a morir yo en esas cámaras de gas?¿y por qué los nazis realizaron esta masacre?¿Por qué a los judíos? Qué suerte tuve de poder sobrevivir ¿no?
Todas esas preguntas, y más, me las realizo todos los días y no puedo seguir viviendo con ellas. Por eso he tomado esta decisión tan dura, y solo digo que me iré a un lugar mejor en el que estaré acompañado de mi mujer e hijos, asesinados en los campos de concentración.
La llama de mi vida se apaga y con ella un montón de recuerdos negros, tristes y desvanecedores.
Un abrazo:
Samuel Akinin Levy.
Enol Cáceres López
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